Por intervenir en una riña en la que participaba el amigo de un hijo suyo, fue asesinado Luis Miguel Martínez Urbina, un venezolano de 33 años que se ganaba la platica vendiendo dulces y cargando mercados en un reconocido supermercado ubicado en la calle 93 con la carrera 50B, en el barrio Aranjuez. Este hecho llenó de ira a los vecinos y clientes de este supermercado que conocieron a este joven por su amabilidad y respeto.
La tragedia, producto de la intolerancia, se llevó a cabo el sábado 7 de septiembre a en la noche. Dos personas se enfrentaron a puño limpio, pero se alargó la pelea. Ante esta situación, un hijo de Luis Miguel, corrió a su casa a pedirle el favor a su padre a que interviniera para que no se golpearán más. Como buena gente que era, salió el venezolano y convenció a los que peleaban a que acabarán la riña. De allí, se acercó a una tienda a comprar cigarrillos, adonde llegó el amigo de su hijo agradecerle la intervención de la pelea.
Desafortunadamente, lo que ellos consideraron una pelea sin trascendencia, el otro contrincante no había terminado, los amenazó y quiso continuar con la riña. Al parecer, les dijo “espérenme, que ya vengo”. Expresión que ignoraron. Y, claro, todo enceguecido, regresó con un arma de fuego, la sacó y disparó a quien había intervenido para acabar con la pelea. Rápidamente, fue trasladado a un centro asistencial, pero no había nada que hacer, falleció al llegar a urgencias.
La inspección técnica a su cadáver se realizó a las 9:20pm, se espera que las autoridades esclarezcan lo sucedido.