Unas llamativas aves permanecían en cautiverio dentro de una vivienda en el municipio de Bello. Se trataba de una guacamaya “azul y amarilla”, una guacamayeja y dos loros frentiamarillos, los cuales fueron recuperados por las autoridades para ser trasladados al Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Fauna Silvestre (CAVR) del Área Metropolitana, con la finalidad de establecer en qué estado se encontraban.

Luego de la valoración inicial, se determinó en estos ejemplares un deterioro en sus plumas debido al estrés que eran sometidos y un sobrecrecimiento de sus uñas. Por su parte, la guacamaya no registró buena capacidad de vuelo. Producto del estrés que padecían estas especies volátiles, se encontró dentro de aquella vivienda las plumas de la guacamaya, los cuales eran utilizados como elementos decorativos para arreglos florales.

“La fauna silvestre no es fauna doméstica, debe permanecer en libertad por el bien mismo del animal, para evitar problemas en su salud y que permanezcan libres aportando sus servicios a nuestros ecosistemas”, explicó Álvaro Andrés Zapata, líder de Vigilancia Ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
El Área Metropolitana recuerda la importancia de proteger la vida silvestre y reitera su compromiso con el cumplimiento de las leyes que regulan la tenencia y cuidado responsable de animales exóticos y silvestres.
La tenencia, extracción, movilización y comercialización de flora y fauna silvestre conlleva a un proceso sancionatorio penal, con penas que van de los cinco a los once años de prisión y multas hasta de 100.000 Salarios Mínimos Legales Mensuales.