Desde el primero de noviembre de 2018, siete familias de Medellín atraviesan por un drama que jamás se imaginaron experimentar, pues sus seres queridos, que trabajaban como “playeros” en la Terminal del Norte, fueron capturados por concierto para delinquir y extorsión.
Los “playeros” son quienes orientan a los viajeros, les ayudan con sus maletas, y mueven los taxis mientras los taxistas descansan. En ese orden de ideas, el proceso surge porque, supuestamente, “los playeros” extorsionaban a los taxistas.
Pero lo increíble de este suceso es que las supuestas víctimas han hecho todo lo imposible para que los dejen en libertad.
Los “playeros” fueron taxistas, pero por alguna circunstancia dejaron este oficio, por lo que sus compañeros los acogieron para que organizaran los turnos de los acopios, mover los taxis y orientar a los pasajeros para que abordaran el taxi, según su destino.
Por esta labor los taxistas les daban voluntariamente una cantidad de dinero por cada noche, la cual era dividida entre ellos: Froilán Barrera, Álvaro Cano Tangarife, Carlos Corrales Carmona, Francisco Orozco Villa, Gonzalo Andrés Álvarez, Juan Pablo Morales, de Aranjuez y Jairo Barrera, éste habitante de Villa Hermosa.
A continuación, te mostramos lo que dice la mayoría de taxistas y el plantón que hicieron en frente del Palacio de Justicia: