La reunión familiar por el bautizo de Lucas, que había iniciado en el Museo Castillo, en el sector de El Poblado, terminó, al día siguiente, debajo de un puente en Moravia, barrio de la zona nororiental, donde unos niños, en condiciones de vulnerabilidad, esperaban a los familiares del bautizado porque sabían que llegaban con recreacionista; un delicioso refrigerio, torta y la gaseosa; pero sobre todo acompañarlos y mezclarse en sus juegos, y entregarles todo el cariño.
Se había decidido que en lugar de llevarle regalos a Lucas, se donara ese dinero para la Fundación TransformaSión*, cuyos esfuerzos se enfocan de lleno con estos niños.
Fue así como los homenajeados fueron los niños y adolescentes que viven en este asentamiento, desde hace varios años, cuando fueron víctimas de un incendio que acabó con sus ranchos. Entregarles un día de alegría a estos pequeños, fue un objetivo que se cumplió. Lucas y su familia viven en Bélgica, su madre tiene raíces en el barrio Manrique Central.