Si alguna comunidad sabe cómo sus gobernantes son expertos en salirle al quite a sus responsabilidades, es la de Santo Domingo Savio, que sería la más beneficiada con la construcción del Parque Biblioteca España, inaugurado en el año 2007. En esa mañana, sábado 24 de marzo, Sergio Fajardo Valderrama, como alcalde de Medellín, sacaba pecho ante sus honrosos visitantes, los reyes de España.
Para desgracia de la ciudad, pero más para los habitantes de este barrio, a los seis años, la “gran obra” comenzó a mostrar sus debilidades, sus lozas de fachada caían desde las alturas con alto riesgo para los peatones. El peligro se fue incrementando, hasta que en abril de 2013 fue necesario cerrar la biblioteca, hasta hoy. Tres años después, en el 2016, se descubrieron fallas más delicadas, pues ya tenía que ver con las estructuras de “las tres grandes piedras” que componen la obra.
Para consuelo de la ciudadanía, Daniel Quintero Calle, actual alcalde de Medellín, se comprometió a recuperar esta infraestructura, la cual es fundamental para el desarrollo de actividades académicas, artísticas, culturales, teatrales y la activación del turismo.
El “sin sabor” es que la nueva construcción tendrá un costo de 30 mil millones de pesos, frente a los $15 mil millones, que de invirtieron inicialmente, sin contar los tres mil millones que entregó, en el 2015, la Administración Municipal, como anticipo para la “intervención y repotenciación de la estructura y construcción de fachada”. En total, hasta hoy, se han envolatado, alrededor, de 18 mil millones de pesos.
Lo que a diario pueden observar los habitantes del barrio y los turistas que se dirigen al Parque Arví, desde hace una década, son unas mallas negras que cubren dos estructuras, y unas varillas carcomidas por el óxido. Les preguntamos a algunos ciudadanos sobre esta decisión de reconstruir la biblioteca, y éstas fueron las respuestas: