Medellín cuenta con una institución educativa en la cual se han mezclado víctimas, victimarios, ex convictos, menores infractores, personas en condiciones de vulnerabilidad, población LGTBQ, excombatientes, entre otros. Se llama el Cepar, Centro de Formación para la Paz y la Reconciliación, componente que corresponde a la Secretaría de la No Violencia, de la Alcaldía de Medellín.
Se creó en el año 2005, a partir de la necesidad de implementación de la Ley de Justicia y Paz, y de concentrar a más de 4.000 mil ex integrantes de las autodefensas y las guerrillas en Medellín que presentaban condiciones de baja escolaridad, para brindarles de forma gratuita esta opción educativa. Las aulas del Cepar son escenarios para la reconciliación.
Hoy día se ha enfocado, principalmente, a prestar servicios a excombatientes, a personas en condiciones de vulnerabilidad y víctimas del conflicto armado. La idea es que los asistentes puedan cursar sus grados en un trimestre. Se ofrecen niveles bajos, primero hasta cuarto de primaria; y desde quinto hasta noveno grado.
Yamile Andrea Ciro Atehortúa, de séptimo grado, vive en el barrio La Cruz, llegué al cepar por medio de una hermanita que me comentó que ella estaba estudiando allí y me hizo muy buenos comentarios. “Después me di cuenta que el buen trato de los profesores, facilita el aprendizaje”, aseguró.
“Para mí la experiencia, hasta el momento, ha sido muy vacana, porque he aprendido muchas cosas y, sobre todo, el ambiente que se siente allí; los profesores son de mucha paciencia, y eso es bueno porque nosotros llegamos allí, después de habernos desescolarizados y hemos perdido mucha capacidad para escribir”, manifestó. Para Yamile Andrea, es muy valiosa la oportunidad de presentar pruebas de validación, cada trimestre; es decir, si aprueban las validaciones, pasan al siguiente grado.
También hablamos con Ánderson Ocampo Londoño, del grado sexto, habitante de Santo Domingo Savio. Nos expresó que “en el Cepar me siento muy bien, porque eso de hacer un grado en un trimestre es interesante, es más, yo he aprendido más en el Cepar estudiando un trimestre que durante todo un año”.
Reconoció que los capacitadores de la institución “nos enseñan lo más importante para que nos vaya bien con las validaciones. A mí me favorece mucho que el Cepar esté donde está por facilidades de llegar desde mi casa”. Este estudiante llegó a la institución el pasado mes de junio, a través de Grupo de Parceros.
Es importante divulgar que las madres cuentan con el Ceparcito, espacio en el que se cuidan y entretienen a los niños, mientras sus padres están en clase.