El primer feminicidio de la ciudad en 2023 fue en nuestros barrios, Gina Paola fue la víctima

Gina Paola Bocanegra Hernández y sus familiares, con quienes compartió todo el fin de año nuevo, nunca se llegaron a imaginar que tanta alegría terminaría en una tragedia, al parecer, por los celos de su compañero sentimental, Luis Alfonso Rivera Landete. Mejor dicho, fue el fin del martirio que padeció esta mujer durante siete años que convivieron.

De acuerdo con información entregada por Gilberto Montes, tío de la víctima, “todo el fin de semana estuvimos con ella compartiendo en el sector de Cuatro Bocas, ya a la madrugada del lunes dos de enero me dijo tío ya vengo, y no la volví a ver más. Yo pensé que estaba en su casa, pero vea qué tragedia la que nos ocasionó este h.p.; dejó al niño, de cinco años, sin mamá ni papá”, afirmó el tío.  

Al parecer, Rivera Landete, la esperó, en otro establecimiento cercano, hasta que ella se despidiera de sus amigos y familiares, con los que disfrutó la llegada del 2023.

Lo demás quedó grabado en una cámara de seguridad, ubicada muy cerca de su residencia. Se observa que al llegar a la esquina de su vivienda, Gina Paola se ve adelante y su verdugo un poco más atrás, quien aprovecha y saca el arma, empieza a agredirla con un elemento corto punzante. Se puede observar que la ataca, alrededor de, nueve veces.

Muy herida la joven madre, trata de defenderse y de llegar hasta su casa, pero parece que las fuerzas no le dan y cae más adelante, en otro cruce de calle, a unos 12 metros de su casa, concretamente, la calle 80 con la carrera 53ª, barrio El Bosque, sector Moravia. En este sitio falleció Gina Paola. A las tres y diez de la mañana se hicieron presentes las agentes de Policía y autoridades de la Fiscalía para hacer la inspección técnica del cadáver.

De esta manera, al parecer, su compañero sentimental, no solo acabó con la vida de una joven, sino que dejó huérfano al hijo que tuvieron juntos, un niño de cinco años; además, fue el primer feminicidio que se cometió en Medellín.    

Después de ahí la ruta del asesino, parece que fue hacia la Costa Atlántica, concretamente, Barranquilla, de donde es oriundo, pero, parece que la presión de la Policía Nacional hizo que se entregara en el municipio de Barbosa, al norte de Medellín. Según las autoridades, el tipo no se allanó a los cargos imputados, como es el feminicidio. 

Dice Gilberto Montes que “Él la amenazaba, pero nosotros no nos dábamos cuenta. Ella no comentaba nada. Ya la había apuñalado una vez, casi la mata. Nosotros le dijimos que no anduviera con ese man; esa vez el tipo le pidió perdón y ella lo perdonó; hasta que la mató. Durante esta relación hubo muchos problemas, se dejaban y volvían. Siempre por problemas de celos”, aseguró su tío.

La recordó como “una mujer muy extrovertida, alegre, contenta, ella era muy feliz, a pesar de los problemas que mantenía con ese tipo. No era amargada ni rencorosa, nada de eso. Ella discutía con uno y al ratico ya lo abrazaba a uno”, corroboró.

Ella nació en Bogotá, toda su vida vivió en Medellín, antes vivió en el corregimiento de San Cristóbal. Deja un hijo de cinco años, quien queda muy solo porque, seguramente, su papá pasará muchos años en una cárcel.